Liberalismo

¿Qué significa ser verdaderamente libre? En el mundo polarizado de hoy, la definición de liberalismo tiene la clave.

 

Los términos "liberalismo" y "liberal" tienen su origen en la palabra latina "liber", que significa libro y libre. Por lo tanto, en muchos idiomas, "liberal" describe sistemáticamente "creer en o permitir mucha libertad personal".

 

¿Qué es la libertad?

 

La libertad es un concepto complicado, pero en esencia se refiere a la capacidad de tomar decisiones y responsabilizarse de ellas. La libertad requiere tolerancia, o la "disposición a aceptar comportamientos y creencias diferentes".

 

Sin tolerancia, la libertad es imposible; los individuos intolerantes intentan cambiar el comportamiento y las creencias de los demás, mientras que los individuos tolerantes pretenden proteger la libertad de los demás para pensar y actuar de forma independiente. Así, además de libertad, el término liberal describe sistemáticamente todo lo "comprensivo, respetuoso y tolerante".

 

Liberales y liberalismo

 

El término liberal también describe a un seguidor del liberalismo: la "filosofía política" liberal. La libertad es el enfoque central del liberalismo, "que postula la libertad individual y social" junto con una intervención limitada del gobierno, especialmente en los ámbitos "económico y cultural". Casi todas las filosofías políticas pretenden hacer posible la libertad, pero el liberalismo se distingue por defender la libertad y la tolerancia en la cultura, la economía, la política y otros ámbitos.

 

Por el contrario, el conservadurismo afirma apoyar una libertad robusta al tiempo que persigue una regulación gubernamental significativa de la cultura. Del mismo modo, el comunismo afirma perseguir la libertad económica al tiempo que limita severamente las opciones y libertades financieras de los individuos. El liberalismo destaca por su aplicación coherente de la libertad en todos los aspectos de la sociedad.

 

Los orígenes del liberalismo

 

El liberalismo surgió durante los siglos XVII y XVIII como un desafío al régimen autoritario de las monarquías absolutas y los gobiernos religiosos. Pensadores de la Ilustración como John Locke, Thomas Hobbes y Jean-Jacques Rousseau sentaron las bases del pensamiento liberal al articular los principios de los derechos naturales, la democracia y el Estado de Derecho. Sus ideas influyeron en las revoluciones de América y otros lugares, estableciendo numerosos gobiernos democráticos.

 

Democracia y liberalismo

 

La democracia continúa siendo un principio fundamental del liberalismo y un medio crítico para proteger la libertad. El liberalismo, sin embargo, tolera formas mixtas de gobierno y ha intentado durante mucho tiempo hacer las paces con formas de gobierno tradicionalmente autoritarias como el monarquismo, combinando el "principio monárquico con el democrático". La Bélgica y la España contemporáneas encarnan efectivamente la idea de un gobierno democrático mezclado con la monarquía.

 

Poder limitado

 

Además de la democracia, el liberalismo prescribe limitar “la intervención del Estado y de los poderes públicos” para proteger la libertad y consagrar la tolerancia en la ley. La clave para entender el punto de vista liberal sobre la intervención del Estado reside en la palabra "limitada", opuesta a "amplia" o "inexistente".

 

En un extremo, el anarquismo aboga por la inexistencia de gobierno, pero en el otro extremo, el fascismo apoya una severa regimentación cultural. El liberalismo busca un camino intermedio entre los extremos, equilibrando la creencia "de que el gobierno es necesario para proteger a los individuos de ser dañados por otros" al tiempo que "reconoce también que el propio gobierno puede suponer una amenaza para la libertad".

 

Por ejemplo, en sociedades liberales como España y Estados Unidos, la policía necesita la aprobación judicial para registrar domicilios o detener a sospechosos. Este enfoque cauteloso garantiza la protección de los derechos individuales, equilibrando la necesidad de intervención gubernamental con el riesgo de extralimitación. Aunque los liberales son conservadores a la hora de delegar poder en el gobierno y contemplan con cautela la intervención gubernamental, al mismo tiempo ven al gobierno como un "instrumento crucial para mejorar las desigualdades sociales".

 

La Ley de Derechos Civiles de EE.UU. de 1964

 

La Ley de Derechos Civiles de EE.UU. de 1964 representa la idea liberal de la intervención limitada del Estado. Con el fin de abordar las disparidades raciales existentes desde hacía mucho tiempo, la Ley facultaba al gobierno federal para mitigar la segregación racial mediante incentivos económicos y demandas judiciales, en lugar de un poder absoluto, como la gestión directa de los asuntos locales o el uso de la fuerza contra los segregacionistas. Este enfoque respetaba la autonomía local al tiempo que promovía la igualdad.

 

La Ley de Derechos Civiles sigue siendo eficaz y controvertida hoy en día, y sirve de modelo de intervención gubernamental limitada. Un ejemplo contemporáneo es la preocupación que suscita la publicación en Internet de fotos de niños por parte de padres y adultos sin su consentimiento. Muchas de estas publicaciones son vergonzosas y causan angustia duradera a los niños cuando crecen. Los liberales se inclinan por apoyar los mandatos gubernamentales que garantizan el derecho a borrar las publicaciones en línea que muestran la infancia de una persona.

 

Niños y adultos se enfrentan a un desequilibrio de poder fundamental. Aunque los liberales apoyan la libertad generalizada de los padres, también reconocen que los niños no pueden protegerse a sí mismos. Para rectificar este desequilibrio en el contexto específico de las publicaciones en línea, un derecho de supresión impuesto por el gobierno representa una intervención limitada coherente con los principios liberales.

 

Conceptos erróneos comunes

 

La mayoría de las veces, los estadounidenses se apropian erróneamente de la palabra "liberal" para describir a cualquiera que se sitúe en la izquierda política. En realidad, los liberales pueden aparecer en cualquier lado del espectro político siempre que apoyen los principios básicos del liberalismo: libertad, tolerancia, democracia y gobierno limitado.

 

La variación en el uso del término "liberal", a pesar de una definición precisa, demuestra que el liberalismo incorpora una amplia variedad de ideas y puntos de vista. Además, la libertad y la democracia son valores populares que el liberalismo hizo realidad para millones de personas. Así pues, el liberalismo sigue siendo una ideología popular y controvertida que la gente de ambos lados del espectro político intenta redefinir a diario.

 

El futuro del liberalismo

 

Aunque pueda parecer que políticos como Javier Milei y Justin Trudeau no tienen nada en común, ambos afirman perseguir una sociedad liberal. Aunque ninguno de los dos sigue a la perfección la definición de liberalismo del diccionario, el liberalismo les une a ellos y a otros luchadores por la libertad, desde el Presidente estadounidense Joe Biden hasta el Presidente taiwanés Lai Ching-te.

 

Aun así, aclarar los límites del liberalismo es esencial para alcanzar sus objetivos. Sin una comprensión clara del liberalismo, los políticos de ambos bandos seguirán apropiándose indebidamente del término para justificar la limitación de la libertad y la degradación de la democracia.

 

Por ejemplo, el ex fiscal general estadounidense Bill Barr pretende defender el liberalismo. Al mismo tiempo, genera apoyo para un candidato presidencial que se niega a aceptar los resultados electorales. Como aclaran Barr y el ex presidente estadounidense Donald Trump, eludir la definición de liberalismo del diccionario erosiona la paz.

 

Aclarar los límites exteriores del liberalismo es, por tanto, necesario no sólo para la libertad, sino también para la paz. De lo contrario, los falsos liberales como Bill Barr seguirán erosionando los cimientos de la democracia liberal.

 

Quienes apoyan el liberalismo deben mantener la integridad de la definición liberal responsabilizando a quienes se apropian erróneamente del término. Sin embargo, comprender el liberalismo por sí solo es insuficiente para llevar a cabo esta ardua tarea. Para salvaguardar la libertad y la paz, también deben definirse y comprenderse claramente diversos términos relacionados, desde la libertad hasta el fascismo.